"Todo en la vida es energía y vibración" - Albert Einstein
Cada persona, cada animal, cada planta, cada lugar e incluso cada cosa emite una vibración. Una vibración es energía, y como todo es energía, todo emite una vibración.
Podemos sentir esta frecuencia consciente o inconscientemente...
Es lo que hace que nos atraigan las personas, los lugares, los objetos o por el contrario que nos repelen o incluso nos molesten.
Nuestro primer modo de comunicación es el energético. Es lo que emana de un ser, sus ondas, sus vibraciones, lo que percibimos primero. También es lo que los demás perciben de nosotros.Podemos definir las características de una vibración según su frecuencia vibratoria y su amplitud, si es positiva o negativa, y su propio comportamiento.
Pero, ¿de dónde viene esta energía que irradia de nosotros?
¿Cuáles son sus características?
Nuestra vibración personal es una combinación de nuestra vibración de nacimiento, pero también de muchos otros parámetros.
La tasa vibratoria de una persona (la frecuencia a la que vibra) depende también de sus pensamientos, de sus emociones, de sus creencias, del entorno en el que vive o trabaja, de las personas con las que está en contacto, de sus creencias, de las diferentes situaciones que ha vivido y de sus actitudes...
En cada momento, durante el mismo día, todos estos elementos influyen, positiva o negativamente, en nuestra frecuencia vibratoria, que luego sube o baja, se vuelve alta o baja.
Las emociones "más luminosas" tienen una escala de frecuencias vibratorias más o menos altas, como la alegría, la simpatía, la benevolencia porque desprenden energías más bien ligeras y agradables de vivir.
Por el contrario, las emociones "más oscuras", como la envidia , la falsedad, el resentimiento, la ira o la agresividad, tienen una escala de frecuencia más bien baja, densa y pesada, y tienen una tendencia repulsiva y desagradable.
Es bastante fácil darse cuenta de lo mucho que puede subir o bajar nuestra energía en función de las emociones que sentimos.
En presencia de ciertas personas, nuestra frecuencia vibratoria puede bajar o subir...Observa cómo nos sentimos agotados después de una discusión, una reunión o cuando estamos en un ambiente de tensión, mientras que, por el contrario, cómo estamos rebosantes de energía cuando hemos pasado un buen rato con amigos, con personas que desprenden una buena vibración o simplemente en un lugar agradable lleno de energía positiva o pacífica...
Todos conocemos personas, en cuya presencia nos sentimos completamente agotados, como si absorbieran literalmente nuestra energía.
Por otro lado, hay personas que nos levantan el ánimo y el mero hecho de estar en la misma habitación con ellas nos galvaniza...
Identificar, vigilar y protegerse de quienes nos pueden influenciar negativamente y alterar nuestro estado de animo es importante y necesario...
"Las decisiones que cada uno de nosotros tomamos
y las acciones que acompañan a dichas decisiones
son como vibraciones en la cuerda de una guitarra."
Dean Koontz del libro "Corner of His Eye"
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