PARA ELLO, EN UNA PRIMERA DEFINICIÓN POÉTICA Y ESPIRITUAL DEFINO AL COACH COMO UN SOPLADOR DE BRASAS.
"HE VISTO E INTERACTUADO A LO LARGO DE AÑOS CON PERSONAS INTELIGENTES, BRILLANTES, EXCELENTES PROFESIONALES Y EXPERTOS EN SU RESPECTIVA TAREA, QUE ME HAN CONSULTADO AL SENTIRSE ATRAPADOS, DESMOTIVADOS Y CON SENTIMIENTOS DE INCOMPETENCIA ANTE CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES O ALTERNATIVAS RIESGOSAS.
UNO DE MIS PRIMEROS INTERROGANTES COMO COACH ES PREGUNTARLES COMO SE VEÍAN EN SUS INICIOS PROFESIONALES, QUE SUEÑOS TENÍAN. MUCHAS VECES OBSERVO COMO UN FUEGO SAGRADO, OJOS QUE SE ILUMINAN COMO BRASAS DE ILUSIÓN.
Y PIENSO: ¡ESO NO SE PERDIÓ! ¡ESTA! CASI APAGADO...¡PERO ESTA! EL CONOCIMIENTO, LA PASIÓN, AUN PERDURAN. El COACH COMO UN SOCIO FACILITADOR DEL APRENDIZAJE, ACOMPAÑA AL OTRO EN UNA BÚSQUEDA DE SU CAPACIDAD DE APRENDER PARA GENERAR NUEVAS RESPUESTAS A SITUACIONES QUE ENFRENTA EN LOS DIVERSOS ÁMBITOS DE SU VIDA."